Están diseñadas para mejorar la administración de medicamentos, disminuir sus efectos secundarios y superar las dificultades para tomarlos.  Al hablar de aerocámaras surgen muchas dudas e inquietudes: ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Quiénes pueden usarlas? Aquí presento una guía con información valiosa que respalda el uso de estos elementos.

¿Qué son las aerocámaras?

Las aerocámaras o espaciadores son dispositivos que se utilizan junto a inhaladores de dosis medida, para asegurar que la medicación llegue de forma correcta a las vías respiratorias.

Se trata de un tubo abierto que se coloca entre el inhalador y la boca, para extender la distancia y facilitar la inhalación del medicamento administrado. 

Hay diferentes marcas, modelos y tamaños; pueden presentar boquillas o mascarillas inhaladoras y algunas incluyen válvulas y silbatos para garantizar la correcta administración del tratamiento.

¿Cómo funcionan?

Los medicamentos en aerosol salen proyectados del inhalador muy rápido y puede ser difícil usarlo correctamente, ya que se debe presionar en el momento justo en que se inhala. 

«La aerocámara permite que el aerosol se inhale sin la necesidad de coordinar la respiración con la presión»

Por esto es altamente recomendable para niños y para adultos que no puedan realizar ese movimiento coordinado.

Por otro lado, cuando se usa solo un inhalador, los medicamentos terminan frecuentemente en la boca, la garganta y el estómago. Las aerocámaras con válvulas pueden mejorar la conducción del medicamento hacia los pulmones hasta cuatro veces. 

De esta forma el tratamiento será más eficiente y se reduce el riesgo de los efectos secundarios por el mal uso del inhalador:

  • Si se inhala demasiado lento, el medicamento puede permanecer en la boca, aumentando el riesgo de candidiasis. 
  • Si se inhala demasiado rápido, el medicamento puede depositarse en la parte posterior de la garganta, lo que aumenta el riesgo de disfonía (ronquera).

¿Cuáles son sus ventajas?

En síntesis, los profesionales de la salud respiratoria recomendamos las aerocámaras a niños y adultos por las múltiples ventajas que brindan:

  • Eficacia: La adaptación del aerosol a la aerocámara permite que el inhalador esté más distante de la boca del paciente, lo que asegura una mayor entrega de la droga al pulmón, mayor aprovechamiento de la dosis y mayor eficacia del tratamiento con inhaladores.

  • Precisión: Evita el riesgo de descoordinación entre el inicio de la respiración y la pulsación del inhalador presurizado. Favorece una adecuada llegada de las partículas inhaladas hacía la vía aérea y por ende evita que sean deglutidas.

  • Seguridad: al evitar que la droga quede en la orofaringe, reduce los efectos adversos que pueda producir un inhalador (candidiasis y disfonía).

Un último dato: la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria aprueba la utilización de las aerocámaras de la marca Silfab.  

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