Es ampliamente conocido que fumar es nocivo para la salud. El tabaquismo es considerado factor de riesgo para numerosas enfermedades respiratorias, cardíacas, cerebrales, vasculares, y un largo etcétera.
Y seguramente también hemos escuchado que el humo del cigarrillo no solo afecta al fumador, sino que también daña a quienes lo rodean: los llamados fumadores pasivos o de segunda mano.
Pero eso no es todo. También hay contaminación de tercera y cuarta mano, que es igualmente dañina y no tan conocida.
Aquí una síntesis para aclarar el tema:
HUMO DE PRIMERA MANO: Consumo directo
HUMO DE SEGUNDA MANO: Fumador pasivo. Comparte el ambiente con un consumidor, aunque no fuma directamente, respira el humo cargado con los mismos químicos que contiene el cigarrillo.
HUMO DE TERCERA MANO: Residuos de nicotina y otras sustancias químicas que quedan depositadas en las superficies: piel, cabello, ropa, sillones, cortina… Se transfieren y contaminan a quienes entran en contacto con esas superficies cargadas de químicos. (Cuando alguien que ha fumado durante el día llega a casa y saluda a sus hijos, les transfiere las sustancias nocivas que le quedaron encima).
HUMO DE CUARTA MANO: Colillas contaminando el medio ambiente (tierra, agua).
Los más afectados
La exposición indirecta a la nicotina y demás químicos concentrados en el cigarrillo se relaciona con afecciones infantiles como:
- Síndrome de muerte súbita infantil
- Otitis media
- Asma
- Infecciones respiratorias bajas
- Trastornos de conducta y aprendizaje
Las infancias que conviven con fumadores están expuestas a estos riesgos, sin poder decidir ni evitarlo. Es responsabilidad de los adultos entender la gravedad del asunto y actuar en consecuencia: no fumar ni permitir que se fume en presencia de niños y niñas.
¿Todavía más?
¡Sí! El tabaco además de ser perjudicial para la salud, tanto del fumador como de los que lo rodean, genera un gran impacto negativo al medio ambiente en su proceso de producción, distribución y consumo.
Desde la siembra de la planta hasta el desecho de una colilla, el cigarrillo recorre una larga cadena de momentos que implican graves daños:
Deforestación: para plantar, secar y envolver el tabaco se talan bosques enteros, arruinando el suelo y colaborando con el cambio climático.
Contaminación del aire: los fumadores producen al año dióxido de carbono equivalente a 12 mil autos recorriendo 10 mil km.
Contaminación del suelo: con los agroquímicos utilizados en la siembra y con las colillas desechadas.
Contaminación del agua: una sola colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua potable.
Genera toneladas de residuos que tardan años en desaparecer: cada día son desechados 10 mil millones de cigarrillos aproximadamente.
Incendios forestales: un gran porcentaje de estos incidentes comienzan con cigarrillos mal apagados.
Muy bueno el artículo.
Muchas gracias Pamela!